Consumo responsable por la sostenibilidad humana en el planeta


Las autoras de este artículo advierten que es necesario detenernos a pensar formas de moderar nuestro consumo o deberemos afrontar la necesidad de migrar a fin de encontrar los recursos necesarios para satisfacer nuestras necesidades básicas y reflexionan acerca de aprovechar al máximo los recursos a nuestra disposición, con la ayuda de la práctica de la Economía Circular de los Recursos Naturales: Extraer, Producir, Utilizar, Reciclar y Reutilizar.

 

Por Guadalupe Minerva Torres Alfaro, Alejandra López Torres, Fernanda Correa Rodríguez y Evelia Rojas Alarcón

La Paz, Baja California Sur. 23 de enero de 2023.- (Agencia de Noticias de Ciencia y Tecnología: Resonancia Científica).- ¿Sabías que el planeta Tierra diariamente produce alrededor de veinte litros de agua potable para cada persona? Cada uno de los aproximadamente ocho mil millones de personas que habitan el planeta, cuentan con esos veinte litros de agua al día, que deben de alcanzar para hidratarse, producir y preparar alimentos, asearse, lavar su ropa y otros artículos, por mencionar algunas cosas.

Sin embargo, veinte litros de agua es la cantidad que comúnmente se descarga al bajar la palanca del excusado tres veces al día.

La realidad es que llegamos a consumir hasta trescientas veces más agua, dejando al menos al mismo número de personas sin agua en otras partes del mundo.

De acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) y el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), el mexicano en promedio desperdicia más del cincuenta por ciento de los productos que compra para su alimentación y uso personal.

En otras palabras, más de la mitad del dinero que gastamos en nuestro día a día va directamente a la basura.

El trabajo de alrededor de cincuenta y siete millones cuatrocientos cuarenta mil personas en México, se consume sin aprovechar sus productos al máximo.

Si se continúa con esta tendencia, en menos de 15 años aumentará la escasez de agua y comida en las principales ciudades del planeta, situación que hoy en día sucede y obliga a doscientos setenta y dos millones de personas a migrar legal e ilegalmente, en busca de nuevas oportunidades para conseguir los recursos mínimos para sobrevivir.

La moderación de hábitos de consumo es el primer paso hacia la sostenibilidad

Por eso es necesario detenernos a pensar formas de moderar nuestro consumo de recursos.

La norma jurídica, encargada de regular las acciones de las personas en México, no ha considerado el desperdicio de estos recursos y, por lo tanto, no hay una guía social que nos indique cuánto alimento debemos adquirir individualmente o cuánta agua podemos usar de acuerdo a la disponibilidad existente. Esto en realidad lo marca el poder adquisitivo que tengamos. Dicho de otro modo, todo el consumo personal que hacemos de los recursos, queda limitado a nuestra condición económica.

El sistema económico en el que vivimos, nos hace cómplices de la mala gestión de recursos de parte de grandes empresas, por el simple acto de ser consumidores.

Las formas de solución del desperdicio orgánico de alrededor de cincuenta y un mil cuatrocientos cuarenta y ocho toneladas al día, en México, consideran el aprovechamiento en compostas, extracción de biogás, generación de electricidad, biocombustibles, entre otros.  Sin embargo, las plantas recicladoras, principalmente propiedad de la iniciativa privada, son mínimas para la enorme cantidad de residuos que hay que procesar.

El artículo 10 de la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos, ordena que los municipios deben encargarse de la gestión y manejo de los residuos en una localidad. No obstante, debido al cambio frecuente de administración de los Gobiernos Municipales, las insuficientes capacidades técnicas y las bajas acciones financieras, no favorecen el establecimiento de acciones permanentes que resuelvan el problema de la acumulación de residuos locales.


Lo ideal sería, que cada uno de nosotros evitará el desperdicio y practicara la Economía Circular de los Recursos Naturales: Extraer, Producir, Utilizar, Reciclar y Reutilizar. Así, cumpliríamos lo que ordena el artículo 4º de la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos, en su párrafo quinto: “Toda persona tiene derecho a un medio ambiente sano para su desarrollo y bienestar”. Esto por efecto, nos obliga a todos a cuidar del ambiente.

Las alternativas de reciclaje no solucionan nuestro exagerado uso de los recursos, por tanto, la solución inmediata es moderar nuestro consumo, sin necesidad de esperar que la norma jurídica nos limite su uso. Cada uno de nosotros se beneficia con la acción de todos. Necesitamos cambiar nuestra forma de proceder y moderar nuestros hábitos para ayudar a corregir los problemas de escasez de recursos ambientales.



 

 

 

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